Él piensa en mí. Me lo dijo.
Lo hace cuando ve la Luna llena suspendida en el cielo nocturno, y también cuando ésta es muy brillante o muy grande. Pero además, él me pensará a partir de hoy cuando mire los espolones de las playas. Y él me pensará por las noches y por las mañanas también, y me llamará para saludar al medio día. Estaremos en contacto para vernos.
Yo también pensaré en él cuando vea la Luna llena por las noches y cuando ésta sea más grande o brillante de lo normal, porque una vez le regalé la Luna más imponente que por mucho tiempo no volverá a estar en el cielo. Le pensaré cuando pase por las playas de esta ciudad y recuerde que en sus espolones, en una noche de junio, una joven pareja probó por primera vez sus besos y ese pedacito de cielo que pocos alcanzan. Lo recuerdo cuando oigo algún Vallenato que alguna vez le haya escuchado cantar en su son y en su salsa. Yo lo pensaré, como desde hace ya bastantes días, por las noches al dormir y también por las mañanas.
11 de junio de 2012
5 de marzo de 2012
Hoy quiero Llorar
Hoy quiero llorar, hacerlo deliberadamente.
Sin secar las lágrimas, cerrar la puerta y llorar.
No por el tiempo perdido,
ni por el perro del vecino que murió esta tarde.
No por esas ganas que ayer en mi casa dejaste,
No por esas arrebatadas ganas de besarte.
Hoy quiero llorar fuertemente y callada
en agradecimiento por las declaraciones,
esas que llegan hasta donde tu discreción admite.
Llorar detestando las verdades medias
y amando algún pedazo de verdad que recogí en la calle.
De hoy hace tanto que lloré a gusto,
nuevamente quiero llorar.
Por la amnesia hacia lo verdaderamente importante,
y la inútil costumbre de rememorar la nimiedad.
Por lo injusto de tus actos y los míos,
por la incongruencia de nuestras versiones de los hechos,
por la neutralidad tan jodida de nuestros criterios mal formados.
Llorar por lo que casi fuimos, por lo que supuestamente somos
y ¿por qué no?, llorar también por lo que dejamos de ser.
Supongo extrañar la sensación de las lágrimas en mis mejillas
cada vez que mi corazón por ti se constipa de esta manera.
7 de febrero de 2012
Una despedida
Terca! a falta de otra represalia para hacerme cambiar de conducta
porque mi comportamiento te sabe al mismo prólogo largo y difícil de siempre
que resulta en lo mismo de siempre, distinto a lo que yo espero/quiero/digo que quiero.
Resuelvo decirte agitada que no sufro de terquedad! Aunque padecerla implica, a veces, no aceptarlo.
Me desespera tu confianza arrogante, igual que esa avivada observación y elocuencia.
Me desesperan especialmente en esos momentos en que mi elocuencia no alcanza la tuya,
y ya más nada importa, porque todo está dicho, aún cuando la voz me haya traicionado.
Piensas sólo en el momento; de aquellos de espacio y tiempo inmediatos.
esos conflictivos unos con otros, de los que con el paso del tiempo
tu conciencia se ha cansado de recriminarte por las noches.
Pero si aun tu conciencia te visita en algunas de esas, eres terco tú también.
Y eres terco si piensas irreflexivo cuando estamos solos, sin nadie capaz de vernos,
sin un amigo a quien saludar, alguien frente a quien aparentar,
o algo que nos impida darle rienda suelta al pensamiento,
que todo lo que hacemos se llama "Vivir la Vida".
Con el tiempo encontraré la manera natural de alejarte de mí.
Te alejaré por lo que soy cuando estoy sin ti, por lo que seré si no te dejo.
Te dejaré sin pensar en lo que soy cuando estoy contigo,
sin remembrar toda la magia y lo colorida que se torna la vida
en esos momentos en que estamos solos los dos.
porque mi comportamiento te sabe al mismo prólogo largo y difícil de siempre
que resulta en lo mismo de siempre, distinto a lo que yo espero/quiero/digo que quiero.
Resuelvo decirte agitada que no sufro de terquedad! Aunque padecerla implica, a veces, no aceptarlo.
Me desespera tu confianza arrogante, igual que esa avivada observación y elocuencia.
Me desesperan especialmente en esos momentos en que mi elocuencia no alcanza la tuya,
y ya más nada importa, porque todo está dicho, aún cuando la voz me haya traicionado.
Piensas sólo en el momento; de aquellos de espacio y tiempo inmediatos.
esos conflictivos unos con otros, de los que con el paso del tiempo
tu conciencia se ha cansado de recriminarte por las noches.
Pero si aun tu conciencia te visita en algunas de esas, eres terco tú también.
Y eres terco si piensas irreflexivo cuando estamos solos, sin nadie capaz de vernos,
sin un amigo a quien saludar, alguien frente a quien aparentar,
o algo que nos impida darle rienda suelta al pensamiento,
que todo lo que hacemos se llama "Vivir la Vida".
Con el tiempo encontraré la manera natural de alejarte de mí.
Te alejaré por lo que soy cuando estoy sin ti, por lo que seré si no te dejo.
Te dejaré sin pensar en lo que soy cuando estoy contigo,
sin remembrar toda la magia y lo colorida que se torna la vida
en esos momentos en que estamos solos los dos.
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